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Cómo recuperar tu estilo si eres mamá

Toda mujer sabe que después de tener un hijo las prioridades diarias cambian, dejas de atender satisfacciones personales como tomar un café caliente con tranquilidad, tener un aliño impecable, hasta bañarse sin pensar qué es lo que está pasando afuera de la regadera. Ser madre es una experiencia única e increíble, también es un trabajo de tiempo completo que requiere mucha energía y dedicación. 

Después de tener a nuestro hijo, y sin importar qué tipo de parto se vivió, muchas mujeres enfrentamos cambios significativos en nuestro cuerpo y en nuestra vida diaria, lo que puede hacer que vestirnos y arreglarnos se convierta en una tarea difícil. 

El cuerpo de una mujer experimenta muchos cambios durante el embarazo y después del parto. Muchas mujeres luchan por perder peso o recuperar su forma física anterior al embarazo, lo que puede hacer que la ropa no les quede bien o que se sientan incómodas con su apariencia en el viaje a volver a ser una misma. Además, amamantar puede limitar la elección de la ropa debido a la necesidad de acceder fácilmente al pecho para alimentar al bebé. 

Con un bebé que demanda atención constante, las madres pueden tener dificultades para encontrar tiempo para peinarse, maquillarse o elegir ropa adecuada para la ocasión. Hasta llega un momento donde el bañarse es una gran ganancia. También está el factor de comodidad. 

Cuando se tiene un bebé, las madres se centran en la funcionalidad y la comodidad de su ropa, lo que puede limitar sus opciones de looks. Las prendas que sean adecuadas para amamantar o que permitan moverse libremente y cuidar del bebé son más prácticas que las opciones más estilizadas, así que estas se convierten en las favoritas de las nuevas madres. 

Tener un bebe es un cambio muy drástico en la vida de una persona, y es un motivo para tener una crisis de identidad, traduciendose a no saber como vestirte para ir a los lugares a donde antes ibas, y a lugares nuevos con tu bebé. Si a esto le agregamos el factor tiempo, que sería el circuito de supervivencia de los primeros años de vida del bebé con elección de looks y prendas de vestir tan limitantes, puede acabar con ese conocimiento que se tenía del estilo individual de las ahora madres, haciendo su forma de vestir monónota, y sobre todo, más casual debido a la funcionalidad y comodidad que se exige para poder moverte bajo las exigencias que el bebé demande. 

Esto conlleva a perdernos a nosotras mismas pues para cuando menos nos lo imaginamos, nos dimos cuenta que se nos olvidó ser como nosotras, y además ya no tenemos ni el mismo cuerpo, ni el mismo tiempo, y por encima de todo, nuestra prioridad no somos nosotras mismas.


¿Qué hacer para reencontrar tu estilo y gusto por vestir mejor?

Es importante reconocer que el cuerpo y la vida de una mujer cambian después de tener un hijo, y puede llevar tiempo ajustarse a estos cambios. Muchas mujeres pueden sentirse inseguras o poco atractivas después del parto, y puede llevar tiempo recuperar la confianza en sí mismas y en su apariencia. 

Una madre debe pensar que su autoconfianza, y gusto por ser ella no es equivalente a cuánto, ni cómo, ni qué tan cerca volverá a ser “la misma” mujer que antes. Es un hecho que no será su vesión anterior, pues ya es una mujer versión mejorada que creó una vida dentro de ella y eso es mucho. 

Se nos ha mostrado que es más importante valorar al cuerpo por como se ve, que por lo que hace, y esto está muy mal. Cuando pensamos que no todos los cuerpos vuelven a ser los mismos y que eso está bien, y que aquellas exigencias afuera que vemos, por ejemplo, en redes sociales, no son ni más ni menos que pocos casos que después promocionan cremas reductoras, masajes, o lo que sea que estén promocionando para no ayudar a sentirse aceptada con uno mismo y a lucrar con la inseguridad de los demás. Si bien es un hecho que existen cuerpos que vuelven a su estado anterior, son muy pocos, no nos dejemos llevar por esas exepciones.

Esperando a que puedas tomarlo en cuenta para tu nueva mentalidad sobre ti misma, te comparto unas ideas para recomenzar a expresar tu nueva versión:

1. Recuerda que ropa era la que más te gustaba usar. Aquí puedes abrir Pinterest y hacer un tablero privado de outfits que te gustaría usar pero que realmente te pondrías en tu vida actual. Se real con tus elecciones, a veces lo que más necesitamos es inspiración y ver fotos de looks sin tanto contexto para inspirarnos. Además, ver algo que no tenga que ver mucho con el bebé te ayudará a tomar un respiro.

El ver fotos de ropa sin tanto link de venta te ayudará a crear esa intención de vestir fuera de la ropa cómoda de la que no sales ahora. También puedes tomar screenshots de looks que veas y ponerlos en una carpeta. Te aconsejo tener unos 25 looks para que veas que es lo que se repite y que te llama la atención más dentro de este grupo de fotos para hacerte de este tipo de prendas.

2. Haz looks con pura ropa que te queda actualmente, y que esta ropa no sea demasiado cómoda; es decir, que no parezca que es solo para estar en tu casa. Recomiendo mínimo 4 looks completos, y si no tienes tanta ropa para hacer 4 looks, puede ser con ropa nueva (y si sigues con el tema del peso y medidas, podemos pensar en esta ropa como “ropa de transición”) para que empieces a vestirte con mejor intención y pruebes cambiar la ropa demasiado cómoda por ropa sencilla y utilizable y que sepas que te hace ver más arreglada que cómoda.

Si el tema del peso te tiene preocupada, y no quieres comprar ropa “hasta que te quede la de antes”, te aconsejo que no seas tan dura contigo misma y que consideres comprar estas prendas de transición que te ayuden a recuperar esa intención de arreglo. Estamos buscando la satisfacción inmediata aquí, un respiro que huele a querer recuperar cierta independencia, darte un tipo de permiso. No necesariamente es una satisfacción a mediano plazo, después podrás buscarle una segunda vida a esa ropa de transición.

3.  Proponte usar por lo menos 2 de esos looks a la semana, contando un buen arreglo de cabello y poco maquillaje. Esto te ayudará a tener un outfit con mayor intención que solo ponerte la ropa y ya. No importa si ese look lo usas solo por unas horas, el efecto de arreglarte y sentirte arreglada por lo menos un tiempo te ayudará con esa recuperación en pensar en ti misma y en cómo te ves. Por que recuerda que si mamá se siente bien, y está feliz, toda la casa estará feliz. Este es un dicho muy, muy cierto.

Sugiero solo 2 looks por que me gusta ser realista, tal vez estés muy encimismada siendo mamá dentro de tu casa, encargada de hacer tareas domesticas además de los cuidados del bebé, estás privada de dormir bien e incluso de comer ciertas cosas que te gustan; y al proponerte arreglarte 2 veces a la semana no estás exigiendote algo que no podrías cumplir.

En resumen, ser madre puede hacer que arreglarse y vestirse bien sea una tarea difícil debido a los cambios físicos, la falta de tiempo y la necesidad de comodidad y funcionalidad. Es importante tener en cuenta que cada mujer experimenta estos desafíos de manera diferente, y que no hay una solución única para todos. Lo más importante es centrarse en el bienestar y la felicidad de la madre y su bebé.

Sin embargo, debemos de buscar no perdernos en nuestra nueva tarea y conectar con nosotras, no pensando en que vamos a ser iguales que antes, pero si procurando querernos tal como somos en estos momentos de cambio psicológico, hormonal y físico. 


Si crees que para crear una mejor versión de ti misma necesitas un estudio de imagen y estilo, te recomiendo esperarte por lo menos 9 meses después de tu parto para comenzarlo. Salvo excepciones, creo que ni una cuarentena, ni 6 meses son suficientes para estar lista en hacer un cambio tan dedicado como un autoconocimiento de imagen que hará una gran limpia de guardarropa, una lista de futuras compras inteligentes, entre otras cosas.